Obesidad e infertilidad masculina: ¿qué dice la ciencia?

Obesidad e infertilidad están relacionadas, tanto en hombres como en mujeres, a la vista de los estudios científicos existentes. En el caso de los hombres, hay una mayor propensión a una pobre espermatogénesis, bajos niveles de testosterona, mayor riesgo de disfunción eréctil y menor deseo sexual.

El diagnóstico y tratamiento de esa tendencia a la infertilidad en hombres obesos requiere, por tanto, una investigación profunda de la patología subyacente, en especial los aspectos hormonales, mecánicos y psicológicos individuales.

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A la vista de los estudios científicos realizados, la obesidad está relacionada con bajas concentraciones de testosterona en sangre y además afecta negativamente a la concentración de esperma y su calidad.

La prevalencia de obesidad entre los hombres en edad reproductiva se ha triplicado en los últimos 30 años, aumentando en paralelo la infertilidad masculina. En el año 2000 el 65 % de la población adulta tenía un IMC por encima del 25 (sobrepeso) y el 30 % se situaba por encima del 30 (obesidad).

También se ha observado que adultos los cuales fueron adolescentes con sobrepeso tuvieron menos hijos (32 – 38 % menos) que los hombres con normopeso en la adolescencia. Aunque esto podría explicarse en parte por una mayor dificultad para encontrar pareja en la edad adulta, y es cierto que el adolescente obeso a menudo se mantiene obeso como adulto, es evidente la importancia de una intervención temprana para evitar la obesidad y sus consecuencias psicológicas en los jóvenes.

Otro de los factores que puede estar conectando obesidad e infertilidad masculinas es el hecho de que un tercio de los hombres obesos padece apnea obstructiva del sueño, y por lo menos el 95 % sufre en alguna medida una mala calidad de sueño. En este escenario, la secreción nocturna de testosterona y otras hormonas se ve dificultada. Está demostrado que el simple hecho de dormir fraccionadamente ya altera los niveles de producción hormonal.

Cerca de tres cuartas partes de los hombres que consultan por disfunción eréctil asociada a infertilidad padecen sobrepeso u obesidad. Estos pacientes obesos presentaban una combinación de altos niveles de citoquinas proinflamatorias, enfermedad vascular, diabetes tipo 2, y otros factores como tabaquismo o tasa de alcohol ingerido. Se sospecha que una combinación de estos elementos puede estar detrás de la disfunción eréctil.

Parece claro que la intervención en el estilo de vida y dieta conduciría a la pérdida de peso mejorando paralelamente la fertilidad masculina. Existen estudios que demuestran una mejoría a corto plazo de los marcadores de fertilidad masculina, tales como un aumento en la espermatogénesis la función eréctil y los perfiles hormonales.

La forma de lograr esa reducción del peso menos invasiva es la intervención dietética y de estilo de vida. Se ha observado que una dieta de cuatro meses con una dieta muy baja en calorías durante 10 semanas (como el Método PronoKal) puede lograr una pérdida media de peso de 17 kg a los 8 meses de seguimiento (pacientes con una media de 126 kg), y sus niveles de testosterona mejoraron considerablemente.

Durante la etapa activa (muy baja en calorías) también hubo una mejora de otros marcadores reproductivos. Otros estudios que combinaron la dieta con actividad física lograron una pérdida media de más del 10 % del peso corporal y los pacientes observaron también una mejoría en la función eréctil.

Como conclusión, los estudios científicos apuntan a que la infertilidad masculina de diversa índole está íntimamente ligada a la obesidad y puede mejorar con la reducción del peso corporal con dieta y corrección de los hábitos. En Clínica Sarabia somos especialistas en el tratamiento de la obesidad, no dude en consultarnos.

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