A medida que envejecemos, los efectos de la gravedad, la exposición al sol y el estrés de la vida diaria se notan en nuestras caras. Se forman surcos profundos entre la nariz y la boca, las mejillas caen, aparecen alrededor del cuello grasa y arrugas. Un lifting cervicofacial no puede detener este proceso. Sin embargo, lo que sí puede hacer es parar el reloj, mejorando los signos más visibles del envejecimiento, tensando los músculos de la cara, eliminando el exceso de grasa y redistribuyendo la piel de la cara y el cuello. El lifting puede realizarse aislado o asociado con otros procedimientos como la blefaroplastia o la rinoplastia. El lifting frontal corrige la caída de las cejas y las arrugas de la frente y de las cejas.
El estiramiento facial o “lifting” es un procedimiento destinado a tensar la piel facial y cervical con objeto de reducir los pliegues o arrugas. La estructura ósea de la cara, la musculatura y la textura cutánea sufren un proceso involutivo con el paso de los años. Además hay unos factores hereditarios, hábitos alimentarios, situaciones de estrés, exposición prolongada al sol, etc., que modifican sustancialmente los signos de envejecimiento facial.
Dentro de la región facial existen distintos tipos de lifting: frontal, de tercio medio o mejilla y de tercio inferior o cuello. Frecuentemente se realiza lo que se conoce como minilifting, indicado para personas más jóvenes con flacidez moderada en el tercio inferior de la cara.
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General.
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