Es bien conocido que los malos hábitos aceleran el envejecimiento.
Concretamente, comer más de lo necesario, desordenadamente o sin equilibrio, con abundancia de productos procesados es pernicioso para la salud. Algunas comidas pueden estar cargadas de gran cantidad de radicales libres (oxidantes que aceleran el envejecimiento).
Vigilar lo que comes, dando prioridad a alimentos naturales y frescos, junto con una buena hidratación, te ayuda a ser más feliz y estar más joven.
Además de la buena alimentación también hay otros hábitos que nos rejuvenecen, como hacer ejercicio regularmente, mantener una actitud positiva, reír todos los días… mejoran nuestra salud y como consecuencia, contribuyen a que nos sintamos bien y seamos más felices.