Una pregunta que todo aquel que se plantea un retoque de estética se hace en algún momento ¿esto es para toda la vida?
La respuesta, en general, es poco alentadora: dependerá de cada tratamiento, del estado previo del paciente y de su proceso de envejecimiento.
Esta cuestión es aún más importante para quienes se plantean cirugía plástica para corregir algún rasgo que les desagrada, ¿serán los resultados de etsa cirugía permanentes o deberemos volver a retocarnos? ¿con qué frecuencia?
Lo que podemos decir es que algunos resultados son más estables con el paso del tiempo que otros, dependiendo de la zona del cuerpo intervenida y del tipo de paciente. No podemos ignorar que tanto la cirugía como cualquier otro tratamiento estético se limitan a enmascarar el envejecimiento, pero no son capaces de detenerlo totalmente.
Como decimos, el tipo de tratamiento es muy importante a la hora de la estabilidad del resultado. Una rinoplastia para corregir un problema de respiratorio, o unas orejas de soplillo van a mostrar pocos cambios significativos a lo largo de los años, aunque otros tratamientos requerirán retoques mucho más frecuentes para conservar sus beneficios.
¿Los tratamientos estéticos caducan? bótox versus liposucción
Por un lado tenemos tratamientos como el bótox, cuyo efecto desaparece al reabsorberse la toxina botulínica al cabo de unos seis meses de media. Ahora bien, se produce una mejora a largo plazo, ya que el músculo al volver a contraerse con menos fuerza que antes del tratamiento produce arrugas menos profundas.
Por otro lado, la liposucción es de las intervenciones quirúrgicas que parecen tener efectos más duraderos. Se trata de una cirugía que extrae la grasa de una zona localizada del cuerpo a través de unas finas cánulas. Las células grasas o adipocitos que se eliminan por este medio permiten que no se pueda acumular la misma cantidad de grasa en esa zona que previamente a la cirugía. Tras una liposucción bien planteada, aunque se engorde, el reparto de grasa del cuerpo será más equilibrado y armonioso.
Por supuesto, es fundamental cuidar la alimentación y evitar tener grandes variaciones de peso para disfrutar de los resultados de la intervención de manera permanente.
¿Y qué sucede con las prótesis mamarias?
Esta es sin duda la cuestión más preguntada en consulta, ya que la mamoplastia de aumento es uno de los tratamientos estéticos más frecuentes.
Las prótesis de silicona de buena calidad pueden ser para siempre, aunque lo cierto es que, como cualquier objeto, tendrá un cierto grado de deterioro, que deberá ser estudiado por un profesional competente. Si la paciente detecta algún problema, será el momento de valorar si ha habido una contractura capsular o una rotura de la propia prótesis. En tal caso podrán ser retiradas y reemplazadas si procede por otras más adecuadas.
En el pasado se recomendaba cambiar de prótesis a los 10 años, basándose en estudios antiguos con implantes fabricados hace más de 20 años.
Hoy día se hace más hincapié en que la mujer con prótesis mamarias siga un protocolo de controles periódicos como cualquier otra mujer, con el fin de prevenir enfermedades y además asegurar la integridad y buen estado de la prótesis implantada.
Los retoques estéticos no hacen milagros, pero ayudan a mantener una imagen más juvenil y acorde con esa imagen interior que todos tenemos.
Si deseas saber más sobre nuestros tratamientos estéticos, no dudes en consultarnos.