Todos tenemos diferentes razones para querer modificar nuestro aspecto y cómo nos sentimos. Un pequeño cambio, como mejorar las líneas del entrecejo, puede suponer una gran diferencia para nuestra confianza en nosotros mismos.
El bótox consigue eliminar el gesto de enfado, o ceño fruncido, de manera segura.
Los tratamientos con toxina botulínica tipo A, popularmente conocida como bótox, relajan transitoriamente los músculos tratados, atenuando el aspecto de las líneas verticales del entrecejo, llamadas líneas glabelares.
En este artículo te explicamos en qué consiste el tratamiento con toxina botulínica tipo A o bótox.
Botox, ¿de verdad lo conoces?
Botox es un nombre comercial cuyo principio activo es toxina botulínica tipo A. Existen diversos laboratorios que la comercializan bajo diferentes nombres, pero botox es el más conocido por el público. Esta toxina es una proteína producida por la bacteria Clostridium botulinum, que ha sido altamente purificada y rebajada en laboratorio para que no pueda tener efectos nocivos para la salud.
Cuando se inyecta toxina botulínica tipo A en un músculo, la capacidad de éste para contraerse se inhibe, de tal modo que se relaja y se evitan o mejoran las arrugas de expresión que su contracción produce.
Cuando se relajan ciertos músculos faciales tras el tratamiento con bótox, la piel circundante a la zona tratada aparecerá más lisa y con menos arrugas. Sin embargo, no hay que preocuparse ya que la toxina botulínica tipo A permite el movimiento normal de las zonas de la cara no tratadas.
Lo que de verdad consigue el tratamiento con botox
La expresividad del rostro no se reduce, se puede sonreír y hacer el gesto de fruncir el ceño con normalidad, solo que las arrugas en torno a la zona tratada sencillamente se irán suavizando día tras día después del tratamiento, quedando menos marcadas.
Esto se debe a que el tratamiento con botox evita que los movimientos musculares arruguen repetidamente la piel del área tratada.
Aunque la mayoría de los pacientes empiezan a notar los efectos del tratamiento con bótox en menos de una semana, se recomienda esperar a los 10 – 15 días para valorar los resultados como mínimo.
El poder adictivo del bótox
El bótox mantiene su efecto alrededor de los 4-5 meses, y a partir de ese tiempo los músculos faciales vuelven progresivamente a recuperar fuerza para contraerse.
Sin embargo, se sabe que después de varios tratamientos, los músculos “aprenden” a estar más relajados, con lo que los beneficios del tratamiento aumentan. La mayor parte de los pacientes se tratan con botox dos veces al año.
Otra de las grandes ventajas del bótox es que tras el tratamiento, se puede hacer vida totalmente normal, con unas mínimas recomendaciones.
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