Protección solar: vigila cuello, escote y manos

La protección solar es una medida contra el envejecimiento cutáneo de capital importancia.

Más de la mitad de los pacientes de Medicina Estética consultan por cuestiones relacionadas con las agresiones solares y el fotoenvejecimiento facial y corporal. Esta cantidad asciende a más del 80% en el caso de pacientes mayores de 40 años, en parte debido a una exposición más prolongada en la juventud sin la adecuada protección, falta de conocimiento sobre los riesgos que supone esta práctica, y el natural deterioro de la piel con el paso de los años.

Protección solar: vigila cuello, escote y manos

Según la Presidenta de la Sociedad Española de Medicina Estética (SEME), «La mayor parte de los pacientes mayores de 40 años que llegan a nuestras consultas muestran signos de daños provocados por la continuada exposición. Sobre todo, se encuentran afectadas aquellas zonas generalmente olvidadas en la aplicación de fotoprotectores, como cuello, escote y manos”.

Por este motivo, es necesario recordar a la población la necesidad de cuidar la piel todo el año, aplicando, cuando la radiación y la exposición solar así lo requieran los protectores solares adecuados, prestando especial atención a las áreas de la piel que siempre están expuestas, como son la cara y las manos, pero sin olvidar el escote, el cuello y su parte posterior, así como las orejas o el cuero cabelludo. Las exposiciones solares prolongadas, ya sea por la práctica de actividades al aire libre o el deporte, requieren una protección solar más intensa y frecuente también en esas zonas.

Una buena protección solar se completa con una alimentación rica en frutas, verduras, pescados y legumbres, fuente de vitaminas A, B, C y E, que tienen un efecto antioxidante, para combatir los radicales libres responsables del deterioro y envejecimiento cutáneo prematuro.

Para aquellas personas que ya sufren los signos del fotoenvejecimiento, además de la protección solar, existen soluciones terapéuticas capaces de reducir las lesiones y mejorar el aspecto general de la piel. Son tratamientos basados en la aplicación de ácido hialurónico, por su efecto hidratante, o el plasma rico en factores de crecimiento, que estimula y revitaliza los tejidos, rejuveneciendo la piel. Además, existen diversos tipos de láser capaces de regenerarla eliminando manchas, aportando firmeza y unificando el tono cutáneo.

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