A dieta de adelgazamiento de lunes a viernes… hacer trampas el fin de semana, y ¡vuelta a empezar!
Es como el castigo de Sísifo, intentando llegar a un objetivo de peso y volviendo cada cierto tiempo al principio, en un ciclo maldito. ¿Por qué sucede esto? Cuando tratamos de lograr pérdida o mantenimiento del peso es preciso ser constante en el seguimiento de la dieta. Hay que controlar los caprichos, las presiones sociales, el regreso de los viejos hábitos que ya creíamos desterrados…
La dieta puede parecer aburrida, restrictiva y hasta eterna, pero con el apoyo de estos consejos, seguro que llegaremos al objetivo mucho antes.
1. Organización: en cualquier dieta es fundamental. Saber que la próxima comida llegará en breve, estableciendo un horario razonablemente flexible. Así evitamos picar desordenadamente entre horas. Recomendamos comer cada 3 o 4 horas, con tres comidas más copiosas y dos tentempiés para evitar el exceso de apetito.
2. La digestión comienza en la boca. Si quieres que todo te siente bien y estar saciado al acabar, aprende a masticar y saborea. El cerebro necesita un tiempo para enviar la señal de saciedad. Un mínimo de media hora para comer sin prisas evitará los atracones.
3. Si la digestión comienza en la boca, la dieta empieza en el supermercado. Es un consejo que todos conocemos: no se debe ir a la compra con apetito. Evitaremos realizar compras compulsivas y llenaremos nuestra despensa de alimentos nutritivos y saludables, acordes con nuestro objetivo dietético.
4. Ya lo decían los pediatras de antaño: «tranquilidad y buenos alimentos». Si valía para que los niños crecieran fuertes y sanos, también nos vale a nosotros. Que la hora de comer sea solo para degustar los alimentos y conversar en buena compañía. Comer ante el ordenador, viendo la tele o hablando de trabajo como mínimo nos distrae del placer de saborear y ser conscientes del acto de alimentarnos. También puede aumentar nuestra ansiedad y hacernos comer de más.
5. Si está dentro de tu dieta, no olvides tomar fibra natural, eligiendo verduras y frutas enteras en vez de zumos. La fibra ralentiza la digestión y prolonga la sensación de saciedad.
6. El agua es el mejor refresco. Nos mantiene hidratados, ayuda a regular la tensión arterial y proporciona certa sensación de plenitud en el estómago. A menudo ese antojo de comida se resuelve simplemente yendo a beber un vaso de agua.
7. Descanso de calidad: Dormir suficiente número de horas ayuda a restablecer los niveles de energía, a restaurar nuestro organismo. El cansancio a menudo se confunde con hambre y tendemos a comer para reponer la energía que nos falta cuando no hemos descansado bien.
8. Nos comemos las emociones: cuántas veces hemos usado la comida para consolarnos de un disgusto, para distraernos del aburrimiento, para compensarnos por lo mucho que nos hemos esforzado durante el día… Parémonos a pensar si de verdad tenemos hambre y, si no es así, enfrentémonos a lo que nos está pasando.
9. A igualdad de calorías, algunos alimentos nos provocan más hambre que otros. Los carbohidratos (pan, pasta, golosinas, pasteles…) pueden elevar el nivel de glucosa en sangre, y cuando éste cae se produce el temido ataque de hambre. Esto no pasa si los reemplazamos por un alimento rico en proteína y bajo en grasa (carne, pescado, huevo, lácteo desnatado) o por una fruta pequeña, con toda su fibra, dependiendo de la hora del día.
10. Que la actividad física forme parte de tu vida. El cuerpo está diseñado para estar en movimiento, mejora con el buen uso tanto en rendimiento como en aspecto, y también devuelve un feedback de buenas sensaciones que aumentará la autoestima y la motivación. Aunque no podamos ir al gimnasio todos los días, seguro que podemos buscar esos gestos diarios, -subir escaleras, ir andando al trabajo, hacer algunas tareas de pie, llevar ese informe personalmente…-, que añadirán más movimiento a nuestras vidas.
En Clínica Sarabia sabemos que seguir la dieta estrictamente es difícil, pero no imposible. Con estos diez consejos y la motivación para llegar a la meta, al contrario que Sísifo, condenado por los dioses, podemos ayudarte a que consigas ver el objetivo cumplido y mantenerlo. No dudes en ponerte en contacto.