Ha pasado algo más de una semana, y aún no nos hemos hecho a la idea de que María de Villota se haya ido para siempre.
En casa siempre ha habido mucha afición por los coches, las carreras, y el mundo del motor en general. Por eso, de siempre hemos seguido la Fórmula 1, hemos acudido a carreras dentro y fuera de España y naturalmente, hemos sido fans de los pilotos que en ella nos han representado, desde los Adrián Campos a los Pérez-Sala o Alguersuari, sin olvidarnos por supuesto de nuestro bicampeón Fernando Alonso.
Entre todos ellos, María de Villota era la mujer capaz, preparada, constante y valiente, que nos demostró que llegar a lo más alto era posible con dedicación, tesón y talento.
Como mujer y como profesional, creo que María nos dejo, sobre todo ese mensaje de «Querer es poder», y la calidez de su afable sonrisa: dos cualidades que valen oro en el mundo convulso, tenso, apresurado y a veces inhumano que vivimos.
Donde estés, tienes nuestro recuerdo y nuestra admiración.