Sucesivas sesiones de quimioterapia pueden causar la desecación de la piel en las manos y los pies.  Por ese motivo se hace necesario un tratamiento de hidratación de estas zonas, con resultados muy positivos, tanto en cuanto al aspecto estético, como para el bienestar del paciente oncológico.
Estos tratamientos estimulan la circulación local, mejorando la oxigenación y nutrición de los tejidos, reduciendo la inflamación y descongestionándolos. Para lograr una verdadera mejoría en la calidad de vida del paciente suelen ser necesarias varias sesiones, logrando beneficiosos efectos en su autoestima y una gratificación sensorial muy estimulante.
Los tratamientos de hidratación pueden ser aplicados también en otras zonas del cuerpo, incluso en el rostro, para dar luminosidad de la piel que normalmente se queda muy apagada por el propio tratamiento de quimioterapia, de manera que obtenemos un tono natural y saludable y una mayor elasticidad.