Si hay algo que está indicado para todas las edades y para toda clase de personas, es divertirse. Sobre todo si a la vez que uno pasa un buen rato, hacemos ejercicio físico casi sin enterarnos.
Siempre me ha gustado bailar, pero desde hace algún tiempo he descubierto en la salsa una manera deliciosa de disfrutar de la música, sintiendo cómo el ritmo te arrastra y dejándote llevar por el calorcito de sus notas y sus letras siempre sugerentes.

El pasado fin de semana asistí a una convención de «salseros» profesionales, y el nivel de espectáculo y brillantez que llegan a alcanzar estas parejas de fenómenos me dejó alucinada.
Por supuesto que ese nivel no está al alcance de cualquiera, pero sí lo está divertirse bailando… al tiempo que se hace un buen ejercicio.
No todo el mundo tiene tiempo o voluntad para someterse a una disciplina de gimnasio riguroso, pero seguro que si te gusta la música, disfrutar del baile es una excelente manera de pasar un buen rato de diversión y a la vez mantenerse en forma.
Yo lo practico, y cada vez estoy más enganchada. Te lo recomiendo. Además, esta «salsa» no engorda 😉