El presidente de la Sociedad Española de la Nutrición y de la Fundación Iberoamericana de Nutrición, profesor Ángel Gil, catedrático de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Granada, asegura que la causa de que algunas personas tengan sobrepeso no es estrictamente genética.
A pesar de la abundancia de información sobre nutrición disponible actualmente, la cantidad de individuos obesos va en aumento. Aunque los cambios en patrones dietéticos o el aumento de las raciones son factores son importantes, la progresiva reducción de la actividad física en el mundo desarrollado supone un problema grave.
El sobrepeso y en último término, la obesidad, se producen por el mayor ingreso de energía a través de los alimentos, con un menor gasto de ésta a través de la actividad física que se desarrolla. La grasa corporal no es otra cosa que una batería que el organismo «carga» con ese excedente de energía.
Los científicos valoran en un 70 % la propensión genética al sobrepeso del ser humano. Pero esta propensión es el resultado de una evolución de miles de años. En su lucha por sobrevivir, el hombre necesitaba acumular grasa en su cuerpo para enfrentarse a épocas de hambruna. Solo muy recientemente y en determinadas poblaciones humanas (países desarrollados) este modelo evolutivo no es efectivo, porque no se producen situaciones de escasez alimentaria.
Según los estudios, se sabe que el 95% de los casos la obesidad tiene su causa en múltiples genes y factores ambientales. Independientemente del condicionante genético, si una persona come menos de lo que gasta no puede acumular grasa. Sin embargo, sí es cierto que tenemos variantes genéticas que hacen que unos sean más propensos a ser obesos o a tener sobrepeso.
De todas formas, con una adecuada nutrición y con actividad física, es decir, con un patrón de estilo de vida saludable, se puede invertir el condicionante genético. Aumentar el ejercicio físico, con constancia, incluyendo a los más pequeños de la casa, se plantea como la única vía razonable para prevenir la pandemia que representa la obesidad.