Para desconectar del ajetreo cotidiano, y alejarse de la rutina, nada como juntarse con unas amigas y dar una escapada lo más lejos posible, y no sólo en lo geográfico.

Con ese objetivo, hemos disfrutado unos días en Estambúl, la antigua Constantinopla, capital cultural e histórica de Turquía, que ha visto pasar sucesivas civilizaciones a lo largo de su existencia, atraídas por lo estratégico de su situación, a medio camino de culturas, de religiones y de mercados orientales y occidentales.
Ese carácter de “encrucijada de caminos”, es la clave del encanto de esta gran metrópoli, llena de contrastes, de monumentos, de antiguas iglesias reconvertidas en mezquitas o en museos de inimaginable riqueza.

Si juntamos la algarabía de nuestro grupo, con la variedad de estímulos que nos ofrece Estambúl, el resultado sólo puede ser una experiencia difícil de contar, compartiendo experiencias, confidencias y paseos. Visitas, compras y gastronomía.
Y todo ello, aliñado con unas buenas dosis de descanso, del que masajes y baños turcos fueron inmejorable conclusión para un viaje inolvidable… y para volver con nuevas fuerzas a nuestro día a día.