El embarazo es una época de cambios en que la mujer necesita y desea mantenerse en perfectas condiciones. Siempre que su médico obstetra no encuentre contraindicaciones, se pueden tomar medidas que permitirán una mejor recuperación posterior:
Masaje Manual Anticelulítico: Masaje específico para prevenir y tratar la celulitis. Combinando con el descanso, paseos y ejercicio suave para minimizar el acúmulo indeseado de grasa.
Hidratación intensa de la piel para controlar las estrías: Estas alteraciones de las fibras elásticas de la piel se producen por aumento y pérdida de peso, acción hormonal y otros motivos. Se debe hidratar bien la piel del abdomen, mamas y piernas con cremas con vitaminas A y E o con lanolina y suaves masajes.
Presoterapia: Es la única aparatología que se puede utilizar, ya que no emite ninguna radiación, solo genera una presión de forma ascendente sobre las extremidades para mejorar el retorno venoso. Es importante que se utilice sobre embarazadas sanas. También se pueden realizar drenajes linfáticos manuales.
Masaje de Relajación: Mejora el estado de ánimo y relaja. Los masajes, incluídos antiestrés, en cuello y hombros, en las piernas, pies o cabeza son los tratamientos que más se llevan a cabo. No tienen ningún tipo de contraindicación y además ayudarán a la futura mamá a sentirse más tranquila y guapa.
Las manchas y los brotes de acné son el problema más común. Se recomienda realizar tratamientos suaves. Los peelings con ácido mandélico, kójico, azelaico, láctico o papaya. Si las manchas son muy pronunciadas, la microdermoabrasión es una opción posible. Este tratamiento utiliza una aparatología con efecto peeling, que promueve la aparición de nuevos tejidos. En las embarazadas, se realiza a nivel de la epidermis, para no agredir los tejidos. Como la piel puede estar más sensibilizada, se complementa con una sesión de oxigenoterapia y un masaje de drenaje linfático manual.