La carboxiterapia facia y corporal es una técnica de Medicina Estética también conocida como Terapia con Dióxido de Carbono (TDC)

Gracias a la carboxiterapia, los tejidos corporales con flacidez, celulitis o acúmulos grasos,  estrías y también las bolsas y el edema en párpados pueden mejorar de forma notable con mínimas molestias.

¿Cómo funciona la carboxiterapia?

Es una técnica de inyecciones en zonas concretas de la piel, tanto del rostro como del cuerpo, basada en el llamado Efecto Bohr, que describe cómo la hemoglobina de la sangre, en determinadas circunstancias, tiene mayor afinidad por el dióxido de carbono (CO2), resultante de la respiración celular, que por el oxígeno, por lo que al inyectar este gas estéril en el tejido subcutáneo, los hematíes se liberan de su carga de oxígeno para cargarse de CO2, se reactiva la oxigenación celular en la zona tratada, y se estimulan los fibroblastos que sintetizan colágeno, reafirmando y dando elasticidad a la piel. El gas será luego eliminado por vía pulmonar de manera natural.

¿Para qué sirve la TDC?

Como beneficios, la carboxiterapia nos proporciona una mejora de la circulación local y de la microcirculación en piel. Además estimula la formación y reorganización de las fibras de de soporte (colágeno y elastina).

Esto aporta una mayor firmeza en los tejidos, que se revitalizan y contribuye a una mayor vascularización y cicatrización, por lo que previene las estrías corporales y las que ya existen suelen mejorar sensiblemente su aspecto.

¿Los resultados de la carboxiterapia facial y corporal son visibles?

Exteriormente, se mejora el tono y la elasticidad de la piel, tiene un efecto lipolítico por la mejor circulación, reduciendo volumen de grasa subcutánea y aporta vitalidad a los tejidos tratados.
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