Ya en otras ocasiones hemos hablado de cómo, con el paso de los años aparece la flacidez y ésta hace que la piel del rostro pierda firmeza y densidad, por lo que los contornos empiezan a desdibujarse, especialmente en el área del óvalo facial y en el cuello. La solución a esos problemas de flacidez en el rostro y cuello, la tenemos en los hilos tensores.

Para recuperar la densidad de la piel y el contorno del óvalo facial es necesario estimular la producción de tejido conectivo, en especial colágeno. Uno de los tratamientos más efectivos para la flacidez de cara y cuello, y que mejor recuperan el contorno facial en concreto, contribuyendo a redensificar la piel es la implantación subcutánea de hilos tensores reabsorbibles.

Se trata de una técnica mínimamente invasiva, ya que emplea una microcánula con la que insertamos un hilo tensor que será reabsorbido con el paso de las semanas por los tejidos. En este proceso se estimula la producción de colágeno en el área del hilo tensor, que contribuirá a aportar mayor soporte y elasticidad a la piel a largo plazo, combatiendo la flacidez y el descolgamiento del área. El rostro recupera tersura y sus formas quedan más definidas y juveniles.

Es una intervención mínimamente invasiva ya que solamente supone un pequeño pinchazo con cada microcánula, que al finalizar el procedimiento resulta invisible. Por el tipo de cánulas utilizadas, es improbable la aparición de hematomas, y el paciente puede recuperar su ritmo de vida normal inmediatamente después.

En cuanto a la duración del tratamiento, ésta depende del tipo de piel, su estado de deterioro, envejecimiento o flacidez y la localización de ésta, pero podemos afirmar que su efecto es todavía visible pasados los 18 meses.

La flacidez, el descolgamiento de la piel en el área de la mandíbula y en el cuello son problemas que más frecuentemente consultan las mujeres a partir de los 40 años y los hombres de más de 50. Por ello, los hilos tensores reabsorbibles suponen una respuesta eficaz y duradera a la que recurren cada vez más personas. Además, la naturalidad de los resultados permite que el paciente se sienta seguro de sí mismo en todo el proceso.