Aprovechando los deliciosos y soleados días que nos ha regalado el comienzo de Octubre, estuvimos el pasado domingo por tierras cántabras disfrutando de una concentración de coches clásicos.
¡ Eso si que es conservarse !. Sus orgullosos propietarios los miman con absoluta dedicación y cariño: y eso vaya si se nota.
Y yo me hacía esta reflexión, pensando desde el punto de vista de quienes nos dedicamos profesionalmente, desde la medicina, a «conservar y mejorar» el rostro, el cuerpo, el aspecto físico en general:
«Dedicación y cariño». Creo que son dos buenas claves que deben guiar todas nuestras actuaciones como médicos, pero también la propia conducta de cada uno de nuestros pacientes.
En dos palabras no se puede decir más.